Ficha Técnica
Título
Original: Bottle
Dirección:
Kirsten LeporeGuion: Kirsten Lepore
Dirección de Fotografía: Kirsten Lepore
País: Estados Unidos
Año: 2011
IMDB: http://www.imdb.com/title/tt1680060/reference
Kirsten
Lepore ha venido creando su propio éxito desde hace algunos años en su país de
origen Estados Unidos, se ha abierto el camino gracias a sus trabajos en la
animación, particularmente en el Stop Motion. Debido a la cantidad de obras que
ahora ha generado, ha sido reconocida con diferentes premios y trabaja para
distintas marcas, sin dejar de lado su estilo de hacer los productos
audiovisuales y que la ha llevado hasta ese reconocimiento. Dentro de su
trabajo, se destacan algunos cortometrajes, y de esos proyectos sobresale sin
lugar a dudas Bottle, del año 2011. Sus obras poseen mucha carga de creatividad, un
perfeccionamiento en la técnica de animación que hace parte de su estilo y
resultan productos muy llamativos e interesantes, que brillan por sí solos.
Bottle narra el argumento de dos
personajes, dos seres hechos de arena y nieve, respectivamente, los cuales se
comunican a través del océano, enviándose mensajes, objetos, o distintos
elementos por medio de una botella, que los hace interactuar entre si y querer
encontrarse.
En
muchas ocasiones un producto audiovisual, sea cual sea, resulta mucho mejor
confeccionado, más atrapante y llamativo, cuando deja de lado las salidas
fáciles; el simple hecho de no tener que recurrir al diálogo (sonidos sí), es
motivo para que una obra tome mucho más valor del que pueda poseer. Al no tener
diálogos, salen a relucir las ideas, el ingenio y la recursividad de contar o
narrar solamente con imágenes, con acciones; algo que resulta mucho más
sencillo, más no simple, en los cortometrajes. Y es que este cortometraje en
particular puede parecer muy simple, especialmente si solo se conoce su
sinopsis, pero su magia radica en su visionado, en dejarse llevar por esas
imágenes que no requieren decirnos nada con palabras, sino que nos habla, nos
comunica, nos llega solo con lo que vemos ante nuestros ojos.
Además
de ser un recurso mucho más creativo, bello si se quiere, el hecho de no
recurrir a la voz, también es un aspecto que ayuda a la facilidad de hacer una
obra audiovisual, ya que no hay necesidad de contratar o grabar voces (actores)
y eso es algo que puede aportar a la disminución de costos. Por lo que los
sonidos toman vital importancia, a la par de las imágenes, y así el trabajo de Bottle en cuanto al Foley y el diseño
sonoro es excepcional. Se recrea de forma correcta cada ambiente, cada
sensación, en últimas, para que eso aporte también a lo que experimenta el
espectador cuando ve el corto, y viva cierta identificación desde lo que oye.
Pero,
son las imágenes las que tienen todo el poder de empatía, de hacer sentir
emociones en la persona que está viendo; algo que desde el guion, escrito
también por Lepore, logra ser otro de los puntos positivos del cortometraje. El
argumento solo muestra dos personajes, dos seres (que podría ser una representación
de hombre y mujer, o cualquier combinación que surja; o ninguno de ellos –por
lo que no resulta evidente en lo que se ve-) que no se conocen, pero se logran
comunicar el uno con el otro, tienen el medio para hacerlo. Una botella aparece
en sus “vidas” y sirve como elemento que une a dos seres (por eso el título del
corto); con el que se crea además esa especie de chat (sin ser tan impersonal
como cualquier chat), que al principio funciona como cualquier otro,
comunicando a dos seres que están lejos geográficamente, pero que al final
resulta la excusa para quererse conocer en persona. Los personajes no se
conocen al principio, pero empiezan a crear su propia conexión, incluso su
propia identidad, cuando se mandan objetos que hacen parte de su ambiente (respectivamente).
Entonces se comienza a crear como una especie de historia de amor, logrando
identificación con el espectador (no solo por el recurso técnico), debido a lo
interesante de esos personajes, esos seres que tienen una forma humanoide, que
no hablan, pero logran transmitir sensaciones.
Ese
guion atrapa y convence de inmediato, y lo mejor de todo es el final, que puede
parecer triste (ya que se puede pensar que nunca se llegaron a conocer
realmente), pero que puede significar algo más (en una interpretación más
romántica), que cuando el ser de arena y el de nieve deciden encontrarse en el
fondo del océano y se disuelven, terminan fundiéndose, siendo un solo ser y
permanecerán juntos. Y en compañía con la forma en que la realizadora decidió
contar esa historia, el guion resulta ser algo complementario y eso se ve
reflejado en una destacable puesta en escena, trabajo de planos y de edición.
Las elipsis van aumentando, al principio el corto se toma su tiempo para
mostrar que uno de los personajes encuentra la botella, que saca lo que hay
dentro, que empaca algo y la vuelve a enviar; luego los planos van siendo más
rápidos, esa edición se vuelve dinámica y paulatinamente se aceleran las
acciones que se repiten (de mandar y enviar elementos distintos). Y desde la
edición también están los créditos o títulos del cortometraje, que de forma
acertada simulan el movimiento del agua en el océano.
Y
teniendo en cuenta esas elipsis narrativas, también hay otras que se utilizan
muy bien, que ocurren con el tiempo que se demora en llegar la botella a cada
polo; ya que obviamente eso llevaría de cierto tiempo, pero esa posible espera
se evita. Aunque hay una ocasión donde ese aspecto no resulta tan bien
utilizado o que va en contra del argumento, ya que hacia el final, cuando el
ser de arena envía sus dibujos no podría saber en qué momento debían de bajar
al fondo del mar. Entonces ninguno sabría con exactitud el instante preciso
para encontrarse, aunque es un detalle que resulta siendo insignificante (al
igual que ocurre con las almejas, que no tenían un tamaño para que cupieran en
la botella).
Fue
una decisión muy arriesgada a la vez que interesante, la de hacer una animación
con elementos naturales y recursos del exterior; por lo que es un cortometraje
que también llega a ser algo diferente y hasta innovador, con aspectos que no
son tan controlables como en un estudio o trabajando con miniaturas (con
excepción de la secuencia final, cuando los dos seres se sumergen para
encontrarse, donde Kirsten usó una pecera para simular el fondo del océano y
las dos orillas opuestas). La directora se las ingenia para cuidar cada
detalle, o valerse de la recursividad para mostrar distinto elementos, como
cuando cierra los planos de la botella, y solo se ve el fondo de la misma, para
no recurrir a la animación de los personajes introduciendo los objetos (solo se
muestra que caen).
Kirsten
deja notar que es una obra que necesitó mucho esfuerzo para su realización
(como casi con cualquier Stop Motion), especialmente, teniendo en cuenta que
las locaciones fueron en el exterior, en dos climas distintos y con cambios de
luz fuertes y continuos. El corto Making
Of que se puede encontrar muy fácilmente en línea, deja ver esa dedicación
que tuvo la realizadora, quien entre otras cosas, es la total responsable de
sus obras y en particular de esta, ya que ella sola se encarga de hacer todo
(dirección, guion, cámara, edición, sonido, etc.) El resultado final de Bottle, deja muy buenas sensaciones, y
es que ese esfuerzo de Kirsten refleja un trabajo bien hecho, donde no son tan
contundentes los detalles que evidencian que se trata de un Stop Motion
(pisadas, cambios de luz, etc.); solo que al ser en el exterior, es mucho más
complicado que no se note cualquier cambio cuando se graba en una playa, con
arena y mar o en la nieve (ya que por
ejemplo ella pisaba para acercarse a seguir con la animación, se devolvía en
las mismas pisadas y las trataba de borrar).
Kirten
Lepore es una realizadora ingeniosa y creativa, sus trabajos se pueden
encontrar fácilmente y de hecho posee una página donde se pueden ver:
kirtenlepore.com. Bottle es uno de
sus mejores trabajos y resulta ser un cortometraje bello, que transmite buenas distintas
emociones significativas y que llega a impactar; desde el buen uso del recurso
técnico, la originalidad y desde el argumento.
Cortometraje
- No creo en las propinas... pero sí en el cine - Ash
"He
cruzado océanos de tiempo para encontrarte"
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