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lunes, 20 de enero de 2014

4. Bottle


Ficha Técnica

Título Original: Bottle
Dirección: Kirsten Lepore
Guion: Kirsten Lepore
Dirección de Fotografía: Kirsten Lepore
País: Estados Unidos
Año: 2011

IMDB: http://www.imdb.com/title/tt1680060/reference






Kirsten Lepore ha venido creando su propio éxito desde hace algunos años en su país de origen Estados Unidos, se ha abierto el camino gracias a sus trabajos en la animación, particularmente en el Stop Motion. Debido a la cantidad de obras que ahora ha generado, ha sido reconocida con diferentes premios y trabaja para distintas marcas, sin dejar de lado su estilo de hacer los productos audiovisuales y que la ha llevado hasta ese reconocimiento. Dentro de su trabajo, se destacan algunos cortometrajes, y de esos proyectos sobresale sin lugar a dudas Bottle, del año 2011.  Sus obras poseen mucha carga de creatividad, un perfeccionamiento en la técnica de animación que hace parte de su estilo y resultan productos muy llamativos e interesantes, que brillan por sí solos.

Bottle narra el argumento de dos personajes, dos seres hechos de arena y nieve, respectivamente, los cuales se comunican a través del océano, enviándose mensajes, objetos, o distintos elementos por medio de una botella, que los hace interactuar entre si y querer encontrarse.

En muchas ocasiones un producto audiovisual, sea cual sea, resulta mucho mejor confeccionado, más atrapante y llamativo, cuando deja de lado las salidas fáciles; el simple hecho de no tener que recurrir al diálogo (sonidos sí), es motivo para que una obra tome mucho más valor del que pueda poseer. Al no tener diálogos, salen a relucir las ideas, el ingenio y la recursividad de contar o narrar solamente con imágenes, con acciones; algo que resulta mucho más sencillo, más no simple, en los cortometrajes. Y es que este cortometraje en particular puede parecer muy simple, especialmente si solo se conoce su sinopsis, pero su magia radica en su visionado, en dejarse llevar por esas imágenes que no requieren decirnos nada con palabras, sino que nos habla, nos comunica, nos llega solo con lo que vemos ante nuestros ojos.

Además de ser un recurso mucho más creativo, bello si se quiere, el hecho de no recurrir a la voz, también es un aspecto que ayuda a la facilidad de hacer una obra audiovisual, ya que no hay necesidad de contratar o grabar voces (actores) y eso es algo que puede aportar a la disminución de costos. Por lo que los sonidos toman vital importancia, a la par de las imágenes, y así el trabajo de Bottle en cuanto al Foley y el diseño sonoro es excepcional. Se recrea de forma correcta cada ambiente, cada sensación, en últimas, para que eso aporte también a lo que experimenta el espectador cuando ve el corto, y viva cierta identificación desde lo que oye.

Pero, son las imágenes las que tienen todo el poder de empatía, de hacer sentir emociones en la persona que está viendo; algo que desde el guion, escrito también por Lepore, logra ser otro de los puntos positivos del cortometraje. El argumento solo muestra dos personajes, dos seres (que podría ser una representación de hombre y mujer, o cualquier combinación que surja; o ninguno de ellos –por lo que no resulta evidente en lo que se ve-) que no se conocen, pero se logran comunicar el uno con el otro, tienen el medio para hacerlo. Una botella aparece en sus “vidas” y sirve como elemento que une a dos seres (por eso el título del corto); con el que se crea además esa especie de chat (sin ser tan impersonal como cualquier chat), que al principio funciona como cualquier otro, comunicando a dos seres que están lejos geográficamente, pero que al final resulta la excusa para quererse conocer en persona. Los personajes no se conocen al principio, pero empiezan a crear su propia conexión, incluso su propia identidad, cuando se mandan objetos que hacen parte de su ambiente (respectivamente). Entonces se comienza a crear como una especie de historia de amor, logrando identificación con el espectador (no solo por el recurso técnico), debido a lo interesante de esos personajes, esos seres que tienen una forma humanoide, que no hablan, pero logran transmitir sensaciones.
 
 

Ese guion atrapa y convence de inmediato, y lo mejor de todo es el final, que puede parecer triste (ya que se puede pensar que nunca se llegaron a conocer realmente), pero que puede significar algo más (en una interpretación más romántica), que cuando el ser de arena y el de nieve deciden encontrarse en el fondo del océano y se disuelven, terminan fundiéndose, siendo un solo ser y permanecerán juntos. Y en compañía con la forma en que la realizadora decidió contar esa historia, el guion resulta ser algo complementario y eso se ve reflejado en una destacable puesta en escena, trabajo de planos y de edición. Las elipsis van aumentando, al principio el corto se toma su tiempo para mostrar que uno de los personajes encuentra la botella, que saca lo que hay dentro, que empaca algo y la vuelve a enviar; luego los planos van siendo más rápidos, esa edición se vuelve dinámica y paulatinamente se aceleran las acciones que se repiten (de mandar y enviar elementos distintos). Y desde la edición también están los créditos o títulos del cortometraje, que de forma acertada simulan el movimiento del agua en el océano.

Y teniendo en cuenta esas elipsis narrativas, también hay otras que se utilizan muy bien, que ocurren con el tiempo que se demora en llegar la botella a cada polo; ya que obviamente eso llevaría de cierto tiempo, pero esa posible espera se evita. Aunque hay una ocasión donde ese aspecto no resulta tan bien utilizado o que va en contra del argumento, ya que hacia el final, cuando el ser de arena envía sus dibujos no podría saber en qué momento debían de bajar al fondo del mar. Entonces ninguno sabría con exactitud el instante preciso para encontrarse, aunque es un detalle que resulta siendo insignificante (al igual que ocurre con las almejas, que no tenían un tamaño para que cupieran en la botella).

Fue una decisión muy arriesgada a la vez que interesante, la de hacer una animación con elementos naturales y recursos del exterior; por lo que es un cortometraje que también llega a ser algo diferente y hasta innovador, con aspectos que no son tan controlables como en un estudio o trabajando con miniaturas (con excepción de la secuencia final, cuando los dos seres se sumergen para encontrarse, donde Kirsten usó una pecera para simular el fondo del océano y las dos orillas opuestas). La directora se las ingenia para cuidar cada detalle, o valerse de la recursividad para mostrar distinto elementos, como cuando cierra los planos de la botella, y solo se ve el fondo de la misma, para no recurrir a la animación de los personajes introduciendo los objetos (solo se muestra que caen).

Kirsten deja notar que es una obra que necesitó mucho esfuerzo para su realización (como casi con cualquier Stop Motion), especialmente, teniendo en cuenta que las locaciones fueron en el exterior, en dos climas distintos y con cambios de luz fuertes y continuos. El corto Making Of que se puede encontrar muy fácilmente en línea, deja ver esa dedicación que tuvo la realizadora, quien entre otras cosas, es la total responsable de sus obras y en particular de esta, ya que ella sola se encarga de hacer todo (dirección, guion, cámara, edición, sonido, etc.) El resultado final de Bottle, deja muy buenas sensaciones, y es que ese esfuerzo de Kirsten refleja un trabajo bien hecho, donde no son tan contundentes los detalles que evidencian que se trata de un Stop Motion (pisadas, cambios de luz, etc.); solo que al ser en el exterior, es mucho más complicado que no se note cualquier cambio cuando se graba en una playa, con arena y mar  o en la nieve (ya que por ejemplo ella pisaba para acercarse a seguir con la animación, se devolvía en las mismas pisadas y las trataba de borrar).

Kirten Lepore es una realizadora ingeniosa y creativa, sus trabajos se pueden encontrar fácilmente y de hecho posee una página donde se pueden ver: kirtenlepore.com. Bottle es uno de sus mejores trabajos y resulta ser un cortometraje bello, que transmite buenas distintas emociones significativas y que llega a impactar; desde el buen uso del recurso técnico, la originalidad y desde el argumento.
 
Cortometraje
 
- No creo en las propinas... pero sí en el cine - Ash
"He cruzado océanos de tiempo para encontrarte"
 
 

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