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jueves, 13 de junio de 2013

17. Dog Soldiers




Ficha Técnica

Título: Dog Soldiers

Director: Neil Marshall

Guion: Neil Marshall

Producción: David E. Allen, Christopher Figg y Tom Reeve

Actores: Sean Pertwee, Kevin Mckidd, Lian Cunningham

Dirección de Fotografía: Sam McCurdy

Edición: Neil Marshall

Año: 2002

País: Inglaterra, Luxemburgo, Estados Unidos

 

 

 

Imdb: http://www.imdb.com/title/tt0280609/reference

 

 

 

 

 

 Seis hombres. Luna Llena. Ninguna


  Posibilidad.


 
 
 


 
 

Megan: “hasta hoy creías que había una línea entre el mito y la realidad. Puede que fuera una línea delgada algunas veces, pero al menos había una línea. ¡Esas cosas afuera son reales! Si ellos son reales, ¿qué más es real? Ahora sabes qué es lo que vive en las sombras. Nunca tendrás una noche de sueño mientras sigas vivo” 

 

 
 
 

En el cine de terror actual no hay una buena cantidad de películas que sobresalgan de manera significativa, ya que en su mayoría, utilizan los mismos recursos de siempre o simplemente resultan ser obras menores. Pero hay algunos directores jóvenes que están haciendo un buen trabajo, recordando el tipo de largometrajes de terror que se hacía en épocas anteriores y que reivindican la importancia del género para el cine y para los cinéfilos. Es así que por ejemplo Ti West, James Wan o incluso Darren Lynn Bousman, intentan realizar filmes innovadores, pero que conservan esa magia del pasado,  como en el caso también de Neil Marshall, que con su ópera prima, mostró una gran película y uno de los mejores largometrajes acerca de Hombres Lobo.

La película cuenta el argumento de un grupo de soldados, que son llevados a un bosque lejos de la civilización para un entrenamiento de guerra. Pronto descubren que se trata de algo más, que lo que sucede allí es algo serio y que se deben enfrentar a ello. Un grupo de licántropos perseguirá a los soldados, que son ayudados por una extraña mujer, por lo que se encierran en la única casa que hay alrededor para intentar resistir el ataque de las bestias.

Neil Marshall hace un debut cinematográfico perfecto, con una película que cualquier aspirante a director quisiera haber dirigido y que demuestra toda su capacidad para el cine, ya que además de la dirección, escribe el guion y se encarga de la edición. El realizador británico realiza una película de Hombres Lobo que surge de las muchas que hay, para alcanzar lo más alto, al lado de la mítica An Amercian Werewolf in London (un Hombre Lobo Americano en Londres) de John Landis de 1981 o Silver Bullet (Bala de Plata) de Daniel Attias de 1985. El realizador dirige muy bien a sus actores y lleva a la pantalla de forma acertada el guion, con una puesta en escena brillante, creando una atmósfera perfecta y manejando los ritmos del argumento de forma excelente.

El guion está estructurado de forma sobresaliente, con unos diálogos precisos y correctos, con secuencias únicas y muy bien desarrolladas y con personajes bien construidos y que llevan el peso de la trama de forma adecuada. Las secuencias del inicio de la película, donde se conoce a los personajes y que sirven a su vez como una introducción, están brillantemente utilizadas, ya que predicen de alguna forma lo que está por ocurrir. Primero está la secuencia, donde “Cooper” (Kevin McKidd) está buscando entrar a las Fuerzas Especiales, que dirige el capitán “Ryan” (Lian Cunningham), uno de los tantos antagonistas del filme (junto con los Hombres Lobo y Megan); recibe órdenes de matar a un perro y no lo hace, esto provoca que “Ryan” no lo tenga en cuenta para la selección de su equipo y comience un resentimiento hacía el soldado. Es una secuencia que muestra desde el comienzo el aspecto psicológico de “Cooper” y su forma de ser, así como la de “Ryan”, que es totalmente distinta a la suya, además de que la presencia del perro predice lo que se viene en la trama. Otra secuencia es la de la conversación de los soldados en la fogata, es una importante secuencia porque sus diálogos tienen que ver con sus miedos y con la muerte, algo que sin duda también tiene mucho que ver con lo que sucede después (el baño de sangre que están por sufrir) y que es como una especie de introducción a la siguiente parte de la película. El guion se va estructurando de forma ascendente, con el nivel de tensión y un ritmo dramático que va in crescendo también, a medida que pasa el metraje. También los personajes resultan ser perfectos para la trama y cada uno tiene su importancia para la misma. El espectador se identifica de inmediato con ellos, incluso con los antagonistas y hasta con los mismos Hombres Lobo. Cada uno tiene su propia personalidad, distinta a su modo y muy particular, algo que los hace diferenciar de inmediato. Además, dentro del guion, hay otro elemento que es muy importante y es que hay pequeños detalles dentro del argumento, que hacen denotar un guion bien escrito (redondo), por ejemplo con el abrecartas que sale en la parte inicial de la película, con la pareja que es asesinada en la tienda de acampar; ya que hacia el final del filme vuelve a salir el objeto (hay simetría con base en él), por lo que además, tiene sentido la escena inicial (no solo sirve como gancho para el espectador, sino que toma mayor relevancia para el argumento). Otro detalle es el del reloj, porque al inicio “Spoon” (Darren Morfitt) se olvida de llevar su reloj al entrenamiento, entonces el Sargento “Wells” (Sean Pertwee) le presta el suyo y de ese modo se reconoce hacia el final de la película que “Spoon” está muerto. Algo que también es muy importante en la película es que los protagonistas tienen muchos obstáculos en su camino, por lo que deben de pasar por múltiples peripecias para conseguir su objetivo, que es sobrevivir. Los obstáculos son los antagonistas, que son varios en el filme y cada uno cumple un papel importante para que no se consiga el objetivo, además del instinto asesino de los Hombres Lobo, de la actitud de “Ryan”, está la forma como “Megan” juga con los soldados, haciendo que se vayan sacrificando y aconsejándolos equivocadamente de forma intencional, hasta que se destapa su verdadera identidad y sus intenciones, con un giro dramático bien utilizado, acabando con la posible historia de amor que el espectador pensaba que se iba a dar. Y claro está, a lo largo del argumento de notan muchos guiños o referencias a elementos que el realizador quiso agregar, como el nombre del sargento (Harry G. Wells) que recibe su nombre gracias al escritor H. G. Wells (uno de los favoritos del director). También está la referencia a Star Trek en la escena del chip en la radio, algunos elementos similares a la película Zulu de Cy Endfield de 1964 y a la película The Evil Dead de Sam Raimi de 1981, ya que uno de los personajes de Dog Soldiers, se llama “Bruce Campbell” (actor protagonista de la cinta de Raimi), se nota de esta forma la influencia de este clásico de terror, además también en la propia trama de la película, que ocurre en una cabaña en el bosque. Otra referencia que se podría notar, tiene que ver también con la trama y es las similitudes con la película Night of The Living Dead (La Noche de los Muertos Vivientes) de George A. Romero de 1968, pero en lugar de Zombies, se pasa a Hombres Lobo. Aun así, con las muchas referencias que tiene, la película resulta ser muy original y es un aporte importante para el cine de terror, el cine de Hombres Lobo y al cine en general.

 

 




 

El trabajo visual y de fotografía es estupendo, ya que se crea una ambiente perfecto para una película de terror, además que se cuenta con locaciones que fueron muy bien escogidas y el director hace unos movimientos de cámara que se desenvuelven muy bien por ellas, utilizando de forma inteligente el espacio que tienen a sus disposición. Hay múltiples escenas que se pueden destacar, por ejemplo muchas de las muertes que suceden, son planeadas y en compañía de unos muy buenos efectos especiales, logran ser unas muertes excelentes y dignas de un filme de terror, con mucho gore. También está la visión o punto de vista de los Hombres Lobo, que a diferencia de muchas películas, es acertada, ya que muchas veces se recurre a mostrar una visión demasiado extraña, por ejemplo con usos de visión térmica o que no deja ver con claridad; pero en este caso se utiliza un blanco y negro que funciona muy bien y que aún si es sencillo, consigue dar una sensación eficaz. También claro está, la escena de las tripas de “Wells”, que son unidas y adheridas con un pegante, elemento que llama mucho la atención, por el que se recordará la película, además resulta muy interesante, debido a que el actor Sean Pertwee, realmente estaba ebrio en dicha escena. Y por supuesto, todo el segmento desde que los soldados entran a la casa, es totalmente brillante, cada escena se puede destacar, cada diálogo y cada situación que se presenta con los personajes.
Siguiendo con los efectos, a pesar de que se contaba con un bajo presupuesto (al ser una película independiente), se logra un resultado excepcional. La sangre y los órganos se ven creíbles y acompañan muy bien las muertes y mutilaciones que se utilizan. Además los Hombres lobo resultan ser de los mejores del cine, Hombres Lobo que caminan en dos patas (como en la seminal  The Wolf Man de George Waggner de 1941) y que tienen un estilo impactante. Sin duda se trata, de unos Hombres Lobo que son dignos rivales de los soldados. Se celebra que se haya recurrido en su mayoría al uso de efectos especiales reales, es decir, maquillaje, Hombres Lobos construidos para la película con vestuario y animatronics para que no se pensara tanto en los efectos digitales.






Algo muy importante, es que al ser un reparto que en su mayoría resulta desconocido para el espectador, se provoca que no hayan predisposiciones frente a sus desempeños y sigue siendo igual de eficaz el resultado. Primero está el actor Kevin Mckidd, que hace un papel excelente (gracias también a lo bien escrito que está su personaje), mostrando con acierto la manera de ser de “Cooper”, su dedicación, su moral intachable y su capacidad de liderazgo. Incluso se muestra su resentimiento hacia las mujeres, confirmándolo cuando ocurre el giro dramático en el argumento y evidenciando parte de su pasado (la historia antes de lo que sucede en pantalla o los antecedentes que son muy importantes en la construcción de personajes). También es algo irónico que el personaje de “Cooper” defienda a los animales, particularmente a los perros y se vea obligado a asesinar Hombres Lobo. Otro actor que hace un magnifico desempeño es Sean Pertwee como el sargento “Wells”, que es una especie de maestro y amigo de “Cooper”, como no lo fue “Ryan” y que es además un buen líder del grupo de soldados. El actor logra imprimir a su personaje seriedad a la vez de un humor elegante y sobre todo, un respeto muy alto, que se supo ganar de sus hombres. Lian Cunningham también se destaca como el antagonista de la película, reflejando de forma eficiente un malestar que siente el espectador por la forma de ser de su personaje. Además el resto del reparto, que es poco, también hacen trabajos formidables, creando una conexión, cada uno a su manera, con el espectador y exhibiendo detalles que construyen de forma acertada las personalidades de sus personajes.
La película tendrá próximamente una secuela en el 2014, aunque se espera con expectativa, es muy difícil que logra tener el mismo nivel de la primera, además porque no la dirige el mismo realizador. Muchos eligen a la segunda película de Neil Marshall (The Descent –El Descenso-de 2005) como su mejor cinta hasta la fecha, aunque realmente es también una excelente película,  Dog Soldiers sobresale de entre toda su filmografía (que es poca) y permanece aún en lo más alto, siendo realmente su mejor largometraje, un filme que resulta ser uno de los mejores de terror de los últimos años y que refleja que se pueden realizar películas de género de calidad.
 
Tráiler
 
 
 
 
 
 
- No Creo en las propinas... pero sí en el cine- Ash
"Vas a ladrar todo el día perrito, o vas a morder?"
 
 
 

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