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miércoles, 13 de noviembre de 2013

Edición # 10 Revista 24 Cuadros Por Segundo





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Leer en Línea: http://www.calameo.com/books/002679986d80d56cc7146

Se une un nuevo escritor/colaborador: Santiago Andrés Gómez Sánchez., finaliza el Enfoque Selectivo en el realizador Brad Anderson, comienzan nuevas secciones como "Plano x Plano/Diente x Diente" (Clásicos), "Melodías de Cine" (Cine Musical) y "La Loca Historia del Cine" (Comedia); además de las secciones ya conocidas con géneros como: Drama, Cine Negro, Terror, Documental, Giallo, Slasher, Adaptaciones cinematográficas y muchas más.
 
 

martes, 17 de septiembre de 2013

20. The Incredible Shrinking Man / El Increíble Hombre Menguante



Ficha Técnica

Título Original: The Incredible Shrinking Man
Título: El Increíble Hombre Menguante
Dirección: Jack Arnold
Guion: Richard Matheson
Producción: Albert Zugsmith
Dirección de Fotografía: Ellis W. Carte
Edición: Albrecht Joseph
Actores: Grant Williams, Randy Stuart
País: Estados Unidos
Año: 1957

 

imdb: http://www.imdb.com/title/tt0050539/reference



Más allá de la imaginación... una aventura dentro de los desconocido
 
Scott: “Me sentía débil y absurdo, un enano ridículo. Es bastante fácil hablar del alma y del espíritu y del valor existencial, pero no cuando mides tres pies de altura. Me odiaba a mí mismo, a nuestro hogar, a la caricatura que se había convertido mi vida con Lou. Tenía que salir de allí. Tuve que escapar”.
Scott: “Yo continuaba encogiéndome… convirtiéndome… en ¿qué? ¿El Infinitesimal? ¿Qué era yo? ¿Todavía un ser humano? O ¿yo era el hombre del futuro? Si había otras propagaciones de radiación, otras nubes viajando a través de los mares y continentes, ¿podría haber otros seres que me siguen a este vasto y nuevo mundo? Tan cerca el infinitesimal y el infinito. Pero de repente, supe que esos eran realmente los dos mundos del mismo concepto. El increíblemente pequeño y el increíblemente vasto eventualmente se conocieron –como el cierre de un círculo gigante. Miré hacia arriba, como si de alguna manera entendiera a los cielos. El universo, mundos más allá de los números, la tapicería de plata de dios se extendió a través de la noche. Y en ese momento, supe la respuesta al enigma del infinito. Pensaba en términos de la dimensión limitada del hombre. Yo había sobrepasado a la naturaleza. Esa existencia empieza y termina en la concepción del hombre, no la de la naturaleza. Y sentí mi cuerpo disminuyendo, derritiéndose, volviéndose nada. Mis miedos se desvanecieron. Y en su lugar vino la aceptación. Toda esta vasta majestuosidad de creación, tenía que significar ago. Y entonces yo significaba algo también. Sí, más pequeño que el más pequeño, significaba algo, también. Para dios no hay cero. Yo ¡todavía existo!”.
 
 
 
En la década del cincuenta surgió un furor en el cine (debido a que es una arte que cambia con los tiempos, épocas y contextos y expresa muy bien lo que se vive en lugar determinado y en una época determinada), hablamos del cine de ciencia ficción, que se elevaba en lo alto y tomaba posesión de la atención de cineastas y espectadores. El miedo a una guerra nuclear, la aparente confrontación inminente entre La Unión Soviética y Estados Unidos, dio como resultado una serie de películas, que se centraban en las mutaciones, los ataques a la tierra, las invasiones alienígenas, los insectos gigantes (asesinos y destructores). Esto se dio tanto en el cine comercial como – y sobre todo – en el de la serie B, el pensamiento de todos estaba en forma de metáfora en lo que se veía en cine. Muchas de las tramas se repetían hasta el cansancio, en ocasiones era una tarántula gigante, en otras un cangrejo gigante; pero el estilo y los personajes tenían que sufrir lo mismo. Por lo que joyas como The Incredible Shrinking Man (El Increíble Hombre Menguante) brillan por ser más originales, jugar con muchos de los elementos vistos en estás películas, pero yendo más allá, con un argumento más atrapante y llamativo.
El argumento se centra en Scott (Grant Williams), un hombre común y corriente, casado y que vive una vida normal, hasta que en un viaje en un crucero, una extraña niebla aparece y le cambia la vida, causándole un efecto que lo hace volverse cada vez más pequeño y sin una solución aparente. A medida que su tamaño disminuye, los problemas incrementarán, cuando las cosas insignificantes para alguien más, se vuelven trampas mortales para él.
Jack Arnold es el responsable de llevar a cabo esta excelente película, una de los clásicos de la época en que las cintas de ciencia ficción reinaron el panorama cinematográfico. Arnold contribuyó con varias películas en esta década, entre ellas se destacan It Came From Outer Space de 1953 basada en una historia de Ray Bradbury, Tarantula de 1955 y la que en este caso compete, la cual es su obra máxima y es una de las mejores películas de ciencia ficción. El sobresaliente realizador murió en el año 1992, dejando sus invaluables aportes para el género y con una decente trayectoria cinematográfica.
El guion está escrito por un genio de la ciencia ficción, un hombre con un talento innato para contar historias asombrosas, fantásticas y repletas de imaginación y creatividad, se trata de Richard Matheson, el cual adapta su propia novela para la película. Matheson es recordado por sus guiones de las cintas que Roger Corman dirigió sobre los cuentos de Edgar Allan Poe, junto a Vincent Price; por haber escrito varios capítulos de series como The Twilight Zone (La Dimensión Desconocida), Star Trek, Outer Limits o Amazing Stories; por escribir las novelas que inspiraron por ejemplo, las películas Last Man on Earth de 1964 u Omega Man de 1971, ambas basadas en su novela I am Legend (soy leyenda) o también la cinta What Dreams May Come de 1998 (Más Allá de los Sueños), Stir for Echoes (Ecos Mortales) de 1999, The Box de 2006 o Real Steel de 2011; o por haber escrito el guion también de la recordada Duel de Steven Spielberg de 1971. Ese historial hace posible inferir la capacidad de Matheson, quien con El Increíble Hombre Menguante, logra una historia fascinante, con uno de los mejores finales de la historia del cine. El final de la película es sorprendente, en el sentido de afectar de forma directa al espectador e incluso provocarle miedo, ya que es una situación que deja pensando, reflexionando y la verdad llega a impactar como si se tratara de un shock. Además del final, toda la película está acompañada de diálogos estupendos e inteligentes, que refuerzan las sensaciones que va experimentando el personaje principal, que muestran su frustración, su miedo y los cuales logran llegarle al espectador, haciéndole vivir lo que él vive de forma cercana y directa. El diálogo del soliloquio final, no fue escrito por Matheson, fue añadido luego por Jack Arnold y es la conclusión perfecta para la historia, con el mismo tono que lo escrito hasta ese momento por Matheson y siendo igual de inminente que las imágenes que se ven. El escritor tenía pensado escribir una secuela, llamada The Incredible Shrinking Woman, contando con el personaje de la esposa de “Scott”, pero fue un proyecto que se desechó por el estudio.
 
A su vez las situaciones presentadas, con relación a lo que podría llegar a suceder cuando se tiene ese tamaño tan pequeño, son planteadas obteniendo el máximo de emoción, entretenimiento y suspenso para el espectador, contando con una buena puesta en escena y con unos muy excelentes efectos especiales, para simular los objetos y distintos elementos que se debían de ver grandes, así como las sobreimpresiones para dar el efecto de que “Scott” interactúa con ese nuevo mundo. Y es que el argumento muestra a la vez lo que le pasa a él de forma que llama la atención y con un tono pesimista y melancólico (con toda razón), ya que es inimaginable pasar por un situación así (especialmente con el final, donde ya no hay esperanza. “Scott” seguirá disminuyendo, pasando al el olvido y la  soledad, solo quedándole la aceptación y la resignación de lo que le sucede).
Es una historia sencilla, pero que tiene mucho más de lo que aparentemente es. Sus diálogos, las situaciones y los sentimientos expresados por los personajes, son profundos y críticos, especialmente en una forma existencial. Y es que no muchas veces se encuentra un argumento o una puesta en escena sobre ciencia ficción, donde no allá cabos sueltos o sin que se exageren elementos que resulten inverosímiles para el espectador, pero en este caso la película, a pesar de lo sencilla, logra una identificación, empatía, verosimilitud tal, que trasciende y logra transgredir a la persona que la está viendo; por lo que además no es una película que se olvide fácilmente. Arnold logra esto, con el argumento, la puesta en escena y un buen trabajo con los actores, que realizan desempeños importantes y que exhiben brillantemente los padecimientos y miedos de sus personajes, especialmente el actor principal y en quien se centra la trama. Grant Williams expresa con soltura todas las cuestiones filosóficas que pasan por la mente de “Scott” a medida que se hace más pequeño, con un uso de la Voz en Off además bien utilizado, algo que es muy difícil de lograr.
 
El trabajo visual sin duda sobresale, además de la edición y los efectos, se nota que hubo mucha planeación en cuanto a qué planos se debían de hacer, precisamente para lograr los efectos que se logran. Por todo esto, el filme resulta, para la época en que se estrenó y realizó, una obra innovadora, original y única (también debido a que no se presenta un final feliz ni esperanzador). De las múltiples secuencias y escenas interesantes que cabe mencionar, por ejemplo, está la de la lucha contra la tarántula “gigante” (una secuencia muy bien lograda y llena de suspenso), la secuencia de la casa de muñecas y el gato que se quiere comer a “Scott”, como si se tratase de un ratón (de esta secuencia surge una imagen icónica en el cine, del gato acechando a “Scott” por una de las ventanas de la casa de muñecas) y también la secuencia cuando “Scott” trata de conseguir como sea, algo de comida, teniendo que pasar por muchos y distintos obstáculos. La cinta tuvo una especie de homenaje, basada en la historia original, en 1985 y dirigida por Joel Schumacher llamada The Incredible Shrinking Woman (retomando el título propuesto por Matheson), luego de que John Landis no pudiera dirigirla, pero no logra superar a la original, ni mantiene la atmosfera y estilo de la cinta de 1957. Además se está preparando una nueva versión/remake de la misma en el 2015, que seguro tendrá muchos efectos especiales, pero es muy difícil que logren tan buenos resultados en cuanto a los personajes y la trama.
El Increíble Hombre Menguante es una de “las películas que hay que ver antes de morir”, una obra que invita al espectador a pensar, que lo entretiene y sorprende al mismo tiempo; un trabajo redondo y completo, que resulta siendo mucho más de lo que aparenta (no es solo otra película del montón, otra película de ciencia ficción de los cincuentas) y sin duda, los espectadores, pero sobre todo los cinéfilos, nunca se olvidarán de “Scott”, quienes saben que seguirá disminuyendo toda su vida y nadie más se dará cuenta de ello.
 
Tráiler
 
 
 
- No creo en las propinas... Pero sí en el cine - Ash
"Puedes probar que no pasó?"

 

miércoles, 10 de julio de 2013

3. Vincent



 
Ficha Técnica


Título: Vincent
Director: Tim Burton
Guion: Tim Burton
Productor: Rick Heinrichs
Actor: Vincent Price
Dirección de Fotografía: Victor Abdalov
Año: 1982
País: Estados Unidos

imdb: http://www.imdb.com/title/tt0084868/reference






Vincent Price (en off): “Allí viviría con los horrores que ha inventado, y vagaría por los oscuros pasillos solo y atormentado
 
 
 
El cortometraje Vincent es dirigido por el famoso director estadounidense Tim Burton, el cual alcanzó una fama impresionante debido a su particular estilo, un estilo que lo caracteriza y se basa en lo gótico, lo sombrío, en los homenajes al cine de terror clásico, en la muerte y en los personajes marginados y atrapados en ese tipo de mundos, como el mismo lo estuvo en su infancia. Pero en los últimos años, el director ha venido dando muestras de una especie de deterioro en sus trabajos, un deterioro que se deja notar en obras mucho más comerciales que sus primeros trabajos y que resultan ser largometrajes menores en su carrera. Aunque a pesar de que no es muy constante en sus obras, no hay que olvidar sus películas sobresalientes y sus cortometrajes, como en el caso de Frankenweenie (de la que acaba de realizar una versión animada y en un formato distinto) y su primer cortometraje en Stop Motion, Vincent.
El creativo realizador comenzó trabajando para Disney, pero debido a que su visión era según la empresa, algo oscura y distinta de lo acostumbrado en los trabajos de Disney, no tuvo una oportunidad. Algo que resulta un poco extraño, es que en la actualidad el director trabaje en algunas ocasiones para Disney, una empresa que no lo apoyó al principio de su carrera y con la que ha venido mostrando esos desempeños tan poco sobresalientes de los que se estaba hablando. Pero a pesar de todo, Burton consiguió realizar su primer obra, un cortometraje de animación, donde el protagonista es un niño, un niño que es una especie de alter ego, de una versión del propio director y que se centra en la imaginación, la forma en cómo este niño ve al mundo. El cortometraje muestra de forma acertada el mundo que se imagina el niño (Vincent), siendo a su vez, todo un homenaje al actor americano Vincent Price, uno de los actores favoritos del realizador y que pone su voz en el cortometraje.
El argumento cuenta la historia de “Vincent”, un niño que se imagina constantemente un mundo sombrío y tétrico, únicamente cuando se encuentra solo. Se cree que es el actor Vincent Price, le gusta sentir que vive en una atmósfera gótica, con murciélagos y sombras, en la que convirtió a su perro en zombie y disfruta de su soledad, además de leer cuentos de terror y pintar.
 
 

 
Sin duda es una animación excelente, de la que se nota el cuidado extremo en cada detalle y que resulta ser (como en el caso de cualquier animación en Stop Motion) un trabajo producto del esfuerzo, de la dedicación y de paciencia. En ese entonces, el realizador no contaba con presupuestos altos, por lo que además la animación resultó ser un recurso muy útil para poder expresar todo lo que quería, además de forma creativa. Por supuesto la animación también sirve para poder crear ese mundo imaginario que rodea la mente de “Vincent”. Todo apoyado en un excelente guion, del que se nota que fue realizado con una pasión y un gusto extremo que tiene como único protagonista a “Vincent”, razón por la cual a los adultos no se les ve sus rostros nunca.

Para reforzar la intención del realizador, de su visión del mundo, también recurre al blanco y negro, que tiene mucho que ver con el cine clásico y con un estilo serio, oscuro y un poco distinto a las obras de animación convencionales hasta ese momento. Además el trabajo de fotografía, sobresale también el diseño de arte, el cual plantea unos escenarios propios del expresionismo alemán, de las películas de la Hammer y de ese carácter clásico que contiene la obra. Además están las referencias a sus posteriores trabajos, como el perro que tiene “Vincent” de mascota y que se imagina asesinándolo y convertiéndolo en zombie (referencia a Frankenweenie) o la calavera que aparece fugazmente en el mundo oscuro del personaje (similar al “Jack” de The Nighmare Before Christmas – Pesadilla antes de Navidad / El Extrano Mundo de Jack).
 
 


La narración es otro elemento muy importante, ya que acompaña de forma acertada a la imagen, a los dos mundos en los que vive el protagonista y con la particular voz del mítico actor de terror. Además es una narración que se hace en versos, con una rima muy planeada y correcta. Además Vincent Price expresó una gran gratitud a Tim Burton, afirmando que el corto era la “inmortalidad”, que era mejor que una estrella en Hollywood Boulevard.

El cortometraje tiene ese carácter melancólico y triste, el protagonista al final termina atormentado por ese mundo que creó, que se imagina o que tal vez se volvió real, provocando la locura a “Vincent”. Por supuesto, el homenaje también es al autor Edgar Allan Poe, especialmente a su obra “The Raven” (El Cuervo), algo que se nota en la forma como acaba el cortometraje.

Sin duda, Vincent resulta ser un obra excelente, con la que se vive y se siente una identificación con el personaje muy cercana y que es toda una celebración de lo gótico, del terror, de la oscuridad y del cine mismo.
 
Corto:
 
 
 
- No Creo en las propinas... pero sí en el cine - Ash
"Una vida para ti y
otra para tus sueños"
 
 

martes, 2 de julio de 2013

19. La science des rêves / The Science of Sleep / La Ciencia Del Sueño



Ficha Técnica

Dirección: Michel Gondry
Guion: Michel Gondry
Producción: George Bermann
Dirección de Fotografía: Jean-Louis Bompoint
Actores: Gael García Bernal, Charlotte Gainsbourg
País: Francia - Italia
Año: 2006
Género: Drama, Comedia

Imdb: http://www.imdb.com/title/tt0354899/reference




 
Cierra los ojos. Abre el corazón
 
 
 
 
Stéphane: “En los sueños las emociones son abrumadoras”.
 
 
 
 
El director francés Michel Gondry vuelve a adentrarse en la mente humana para uno de sus argumentos cinematográficos, pero en lugar de tratar el tema de los recuerdos (“Eternal Sunshine Of The Spotless Mind”), se involucra esta vez con los sueños. Un tema que sirve a la perfección para que el realizador deje volar su imaginación y experimente con sus trucos visuales, las animaciones y demás elementos estéticos y narrativos por los que se destaca y es reconocido. También toca de nuevo el tema de las relaciones de pareja, solo que en este caso en particular, es de una pareja que apenas se conoce y ni siquiera llegan a tener una relación afectiva establecida.
El argumento se centra en “Stéphane” (Gael García Bernal), el cual viaja a Francia a vivir con su madre, luego de la muerte de su padre en México. En el apartamento de su madre, la casera del lugar, conoce por accidente (literal) a “Stéphanie” (Charlotte Gainsbourg), con la que no siente atracción al principio, pero a medida que la conoce se va enamorando de ella y viceversa. Pero, “Stéphane” sufre de una condición que le dificulta saber qué es realidad y qué es un sueño, por lo que vive en su mente constantemente, en el mundo de los sueños. Esto impedirá que se pueda relacionar con “Stéphanie” y termine mezclando los dos mundos, el de su mente y el real.
El director realiza un trabajo prolijo, su toque personal se nota en cada detalle de la película y además el trabajo con los actores es efectivo, debido a que logra compenetrarlos y hace que se adapten al mundo que creó. Su creatividad está por doquier, aportándole al mismo personaje principal un poco de si, para generar su personalidad. Gondry en cada trabajo deja su marca, no solo creativa, sino personal, ya que en muchas de sus obras, basa sus personajes y las situaciones que le suceden en su experiencia personal, sirviendo como en el caso de Woody Allen, para rencontrarse con los traumas y experiencias pasadas, que lo marcaron y que están constantemente presentes en su mente. Es así, como por ejemplo, utiliza algo de su infancia, que lo marcó y que recuerda con claridad. Una noche cuando era niño, permanentemente soñaba con que sus manos eran enormes, por lo que se despertaba exaltado, siendo algo que lo atormentaba al mismo tiempo (una escena de la película, muestra a “Stéphane” soñando con sus manos grandes, luego se muestra una especie de recuerdo en la que es niño y se despierta asustado con las manos de gran tamaño). Desde pequeño, el realizador tuvo una personalidad tímida, experimentando situaciones que influyeron en su forma de ser, por lo que para locación del filme  se utilizó la casa donde el propio director vivió en su juventud. Entonces, Gondry utiliza elementos de su imaginación y de su vida para crear el mundo que se ve en pantalla, donde lo visual toma vital importancia para la narración y todo resulta ser una especie de terapia para él, ya que revive sus experiencias y reconstruye sus recuerdos, solo que siempre, en función del argumento.
 
También el realizador toma de sus trabajos en el formato del video musical algunos aspectos, como del video de Foo Fighters “Everlong”, donde aparece la rememoración de las manos gigantes; o como el video de Lucas, “Lucas with The Lid Off“, donde aparece el cantante subiendo un piano por unas escaleras (en la película esto aparece cuando “Stéphane” conoce a “Stephanie”, cuando el piano de ella que estaban subiendo por unas escalas, cae y él sale lastimado).  Y por supuesto, además de volver a tratar la mente humana, de su anterior película, toma algo prestado también, el hecho de que “Stéphane” hable con el recuerdo o la imagen que tiene de “Stephanie” en su mente (que no es la real) y ella intente persuadirlo de cómo debe hablarle en la vida real, es algo similar a cuando “Clementine” dialogaba con “Joel” en su mente, siendo solo un recuerdo de ella.

 

 




El guion resulta ser bastante interesante, contando una historia original y que engancha al espectador de inmediato. Los personajes están bien estructurados, manteniendo múltiples detalles de sus personalidades y mostrando sus formas de ser de manera verosímil y acertada. La idea del argumento le llegó a Gondry cuando Sam Mounier, cuando tenía diez años, le narró un cuento para dormir una noche, desde ahí comenzó a escribir el guion de inmediato. Cada personaje tiene una forma de ser particular, elementos que los definen y que los diferencian al mismo tiempo de los otros, por ejemplo con el personaje de “Guy”, el cual resulta molesto a la vista, debido a su forma de ser alocada, irritante y extrovertida. Esta es una película en las que el final queda abierto y cada quien saca sus interpretaciones, algo más en común con su anterior largometraje. En un momento del filme, el personaje central habla sobre el “azar paralelo sincronizado”, lo cual explica como un evento trascendental en la vida de una persona, puede ocurrir en cualquier instante, cuando alguien menos se lo espera y en una situación que puede aparentemente ser rutinaria o común. Ese azar hace parte también de la forma en que se configuran los sueños, por lo que son una mezcla de elementos complejos que se experimentaron en el día. De este modo el guion resulta ser complejo en su configuración, tratando de una manera eficiente el aspecto psicológico de “Stéphane”, pero mostrando de forma creativa sus problemas y su relación con las demás personas, así como su incapacidad de establecer una relación con una mujer (algo que puede resultar muy autobiográfico por parte del director, ya que por ejemplo utiliza el mismo nombre para su personaje en la película y para el niño de  su cortometraje “La Lettre”, la cual se basa en la infancia socialmente tormentosa de Gondry).
“Stéphane” deja ver en sus sueños sus deseos y pasiones, lo que quiere conseguir (por ejemplo que acepten su calendario, “la desastrología” o poderle decir a “Stéphanie“ lo que siente). Solo que cuando soñaba, si lo hace consiguiendo que aceptaran su calendario, pero con ella no fue posible, ya que en sus sueños, la relación entre los dos tampoco se mostró de forma clara, solo hacia el final cuando cabalgan juntos. Él es un personaje que no es capaz de decirle lo que siente a ella, muestra una inseguridad tremenda y por eso, ella no muestra un interés evidente en frente de él, sino que espera que simplemente puedan hablar sobre ello. La mezcla entre sus pensamientos, su subconsciente y la realidad, no permiten que “Stéphane” pueda actuar como quiere hacerlo, por ese motivo su relación con “Stephanie” no logra compenetrarse. La idea de mostrar la mente consciente de “Stéphane”, como una especie de previo a los sueños, es muy bien utilizada por el director, ya que sirve para reflejar lo que está viviendo el personaje y lo que piensa cuando está con los demás. Así mismo, la recursividad para mostrar lo que sucede en la mente, es muy imaginativa (los ojos son las ventanas o en una pantalla azul donde se utiliza un chroma, se representa  los sueños de él). En ese preconsciente, el espacio “televisivo” donde “Stéphane” dice lo que piensa realmente, hay un momento donde se explica cómo se generan los sueños, algo que el director ya había explicado en su documental “I’ve Been Twelve Forever” y es que una persona toma múltiples elementos de los que vivió en el día, los mezcla con los deseos más intensos que tiene en ese momento y con los objetos o personas que vio ese mismo día, por lo que el recurso de adentrarse en lo que sueña cada vez el personaje, para expresar lo que vive y sufre es muy original.
El final muestra a un “Stéphane” que habla sin desparpajo con “Stephanie”, haciéndola sentir mal y comportándose frente a ella como no lo había hecho antes. Algo que se cuenta esta vez, sin mostrar la mente del personaje, por lo que cabe la duda de si él siempre se comportó así o es debido a la alteración que está sufriendo, porque anteriormente todo se contaba desde su perspectiva y en ese momento el espectador lo observa junto con ella, por lo que cuando la historia termina es más fácil pensar que una relación entre los dos está más lejos de darse que al revés.




La parte estética y visual del filme es inmejorable, la forma en que Gondry utiliza las animaciones (especialmente el Stop Motion) para poder mostrar lo que sueña el personaje, hace posible que sea verosímil y que pueda ser creíble el mundo que se forma cuando se sueña. Los mismos personajes muestran ese amor de Gondry por la recursividad y la expresión de la creatividad, ya que “Stéphane” dibuja y también expresa que quiere ser inventor (como en el caso de propio director cuando era joven) o “Stephanie” que realiza múltiples manualidades y entre los dos intentan crear un Stop Motion. La maquina del tiempo que solo viaja un segundo al pasado o al futuro, las gafas para ver 3D en la vida real o la idea de un bosque en un bote, hacen parte del mundo creado por el director, haciendo que sea un mundo llamativo y que atrapa de inmediato al espectador.
Las actuaciones van de la mano con lo sobresaliente de la historia y la dirección. Gael García hace un muy buen papel, mostrando lo que sufre su personaje, esa esquizofrenia o alteración que vive en su mente y que se mezcla con la realidad. El actor deja notar esa impotencia que vive “Stéphane” y se mete en el rol de lleno, por lo que sus expresiones exageradas en los sueños, resultan efectivas, y la personalidad que muestra en sociedad, cuando está con otra persona (una personalidad tímida) logra ser creíble. Además el actor entra en la producción, luego de que Rhys Ifans (el cual ya había trabajado con el director en “Human Nature”) no pudiera estar en ella, sin embargo hay un agradecimiento en los créditos, ya que Rhys aportó ideas en el guion y de hecho fue el que le dio el nombre a la película. Charlotte Gainsbourg también hace un muy buen desempeño, su interpretación muestra de forma adecuada la frustración que experimenta su personaje por saber si realmente él siente algo por ella. Alain Chabat “Guy”, transmite de forma eficaz al espectador su forma de ser, lo cual incide de inmediato en que sea un personaje que cae mal, pero que es claro en lo que piensa y en su personalidad.




“La Ciencia de los Sueños” está dentro de las mejores películas de Michel Gondry (a pesar de que tiene pocas), por lo que resulta un filme atrapante, original, y que deja múltiples interpretaciones de lo que pudo haber sucedido cuando termina, con un final abierto y que deja al espectador reflexionando. Sin duda es una de las mejores películas independientes, junto con su antecesora, de los últimos años.



Trailer
 
 
 
 
No Creo en las propinas... pero sí en el cine - Ash
"Si algo es demasiado bueno
para ser cierto, no lo es"
 


domingo, 30 de junio de 2013

18. Assault on Precinct 13 / Asalto a la Comisaria 13



Ficha Técnica




Título Original: Assault on Precint 13
Título: Asalto a la Comisaria 13
Director: John Carpenter
Guion: John Carpenter
Productor: J. Stein Kaplan
Actores: Darwin Joston, Austin Stoker, Laurie Zimmer, Charles Cyphers
Dirección de Fotografía: Douglas Knapp
Edición: John T. Chance (John Carpenter)
Año: 1976
País: Estados Unidos

Imdb: http://www.imdb.com/title/tt0074156/reference





 
Una blanca y caliente noche de odio!
 
 
 
 
Captain Collins: “Ya no hay héroes, solo gente que sigue órdenes
 
Napoleón: “No puedes discutir con un hombre confiado

 



Desde su primera película, John Carpenter ya mostraba indicios de tener un talento innato para el cine y lo demostró con creces en la segunda. Es así, que Asalto a la Comisaria 13 resulta ser una obra de culto, que a pesar de contar con un increíble poco presupuesto, logra resultados sorprendentes, que son posibles solamente gracias al director estadounidense. Y es que esa capacidad de Carpenter fue notada por algunos inversores, que al ver Dark Star de 1974, quisieron financiar su segunda película, dejando que hiciera lo que el director quisiera (algo muy extraño, pero sin duda un acierto total), y la verdad, no los decepcionó, ya que se trata de una de sus mejores obras cinematográficas y todo un clásico del cine.

La película cuenta el argumento de “Ethan Bishop” (Austin Stoker), un policía de Los Angeles, al que se le asigna el encargo de la comisaria 9 del distrito 13 (es particular que el nombre de la película sea equivocado, ya que la acción no transcurre en la comisaria 13), comisaria que está a punto de cerrar, debido a que será trasladada de dirección, por lo que no quedan guardias, casi ninguna arma, ni personal de la policía en el lugar. Al mismo tiempo, un prisionero, “Napoleon Wilson” (Darwin Joston), uno de los criminales más peligrosos y custodiados, es trasladado hacia otra prisión para ser ejecutado en la silla eléctrica, pero en el bus en el que lo transportan hay un prisionero enfermo, por lo que deben parar en la comisaria 9. Mientras tanto, en la ciudad hay una pandilla, de la que hacen parte una gran cantidad de delincuentes, que se divierten por la ciudad asesinando indiscriminadamente a su gusto, en una de esas muertes, el padre de una niña asesinada por ellos, decide vengarse, hecho por el cual lo terminaran persiguiendo hasta la comisaria 9, lugar al que llega buscando auxilio. Es así, que todos los personajes adentro de la comisaria deben de resistir a los ataques de la enorme y peligrosa pandilla, mientras nadie en el vecindario se percata de ello.

Como la mayoría de largometrajes de Carpenter, Asalto a la Comisaría 13 logra permanecer en la memoria del espectador y es capaz de convertirlo en un fanático de su cine, ya que el director posee un estilo muy marcado, que impresiona y que enamora. El realizador como es costumbre, refleja una recursividad tremenda y logra que el bajo presupuesto pase desapercibido o que por lo menos, sea algo que no tiene relevancia, debido al argumento, a la puesta en escena, a su trabajo con los actores, a sus composiciones musicales y a su dedicación y pasión por sacar adelante la película. Por ejemplo, el talento del realizador se demuestra en que él quería grabar un Western, pero como el presupuesto no alcanzaba para recrear esa época, plantó el argumento en la ciudad, siendo una especie de Western moderno e influenciado por su director de cine favorito, Howard Hawks y su película Rio Bravo de 1959. Tiene sentido, que este sea el filme en el que más se divirtió John Carpenter en su carrera.




El guion es brillante, a pesar de la similitud con la mencionada Rio Bravo, plantea situaciones únicas y que mantienen la atención del espectador hasta el final. El argumento cuenta con secuencias muy bien estructuradas, con situaciones que se van mostrando de forma fluida y de forma magistral, ya que se muestran tres situaciones distintas, que al parecer no tienen como encontrarse (especialmente por la de la pandilla y el padre de la niña), pero que construyen un relato fenomenal. Cuando dichas situaciones planteadas se encuentran, la tensión dramática va subiendo y toda la atención se centra en la comisaria y lo que sucede allí. El relato además cuenta brillantemente lo que deben vivir los personajes encerrados en la comisaria, al enfrentarse a una cantidad de personas que los superan en número, pero que luchan por sobrevivir utilizando el trabajo en equipo y superando cada obstáculo que aparece. Además, los personajes son muy carismáticos y particulares, muy del estilo de Carpenter, destacándose por encima de todos, “Napoleón”. El personaje es sin duda otro de los míticos de las películas del realizador, como en el caso de “Snake Plissken”, solo que no tiene tanto reconocimiento como se merece. Es un personaje que tiene un estilo que impacta, es un antihéroe y es protagonista (algo que llama la atención, pero se disfruta al máximo), pero logra crear identificación instantánea con el espectador, porque se sabe ganar ese derecho, con unos diálogos brillantes, con una personalidad muy bien pensada y con la ayuda de la actuación de Darwin Joston. Ese personaje tan interesante, está basado a su vez en otro, el de “Harmónica” (Charles Bronson) en la película C'era una volta il West (Once Upon a Time in the West / Erase una Vez en el Oeste / Hasta que Llegó su Hora de 1968, dirigida por Sergio Leone), ya que hay algunas frases que dice “Napoleón” que son similares a las que salen en la película de Leone. Además, la relación de “Napoleón” con “Ethan” tiene un tratamiento muy bien desarrollado, ya que al inicio se plantea una especie de choque entre los dos (debido a la oposición natural de sus roles de policía y prisionero), pero luego esa relación se va fortaleciendo y logran compenetrarse eficazmente. La interacción de “Napoleón” con los demás personajes está muy bien construida, destacándose también la que tiene con el personaje de “Leigh”, ya que en ella encuentra una conexión extraña pero cercana, ya que ella tiene una personalidad similar a la de él. También cabe mencionar, la destreza del guion para hacer que los prisioneros en la comisaria deban ser liberados y se tenga que recurrir a su ayuda para poder pensar en sobrevivir, un elemento que llama mucho la atención y muestra a su vez, de forma más profunda, las personalidades de los prisioneros, especialmente de “Napoleón”. Otra referencia directa de la trama de la cinta, es la película de George A. Romero Night of the Living Dead (La Noche de los Muertos Vivientes de 1968), pero en lugar de Zombis, se pasa a los pandilleros, que también parecen totalmente deshumanizados. Sin duda, las secuencia adentro de la comisaria están excelentemente construidas, secuencias llenas de acción y tensión, con un argumento que además, posee un relato y una situación mítica, por lo que la película llegó a tener un remake en 2005, dirigido por Jean-Francois Richet, el cual es interesante  y sobresaliente, aunque no logra llegar al mismo nivel de la original.




Como es común con Carpenter, las actuaciones se destacan, debido a que él también sabe escoger muy bien a sus actores, así no sean reconocidos. Darwin Joston era el vecino de Carpenter en esa época, razón por la cual tuvo un fácil acceso a la cinta, logrando destacar a su personaje y darle un estilo impactante. Se trata de un papel que resuelve de forma acertada el actor, mostrando que el personaje lamenta lo sucedido en el pasado (en el que asesinó a varias personas, aunque no se explica cómo ni por qué), y reflejando además, que el personaje tiene su lado bueno. Austin Stoker hace un buen trabajo, su papel refleja a un hombre serio, responsable y que sabe manejar las situaciones difíciles y que ocurren de imprevisto de forma correcta. Y Laurie Zimmer se destaca impresionantemente, ya que su desempeño es único. Su actuación en la película posee una inexpresividad y una dureza que es extraña en un personaje femenino, y es que se trata de un personaje que no se ríe, que es rudo y la actriz logra transmitir esa sensación de forma correcta al espectador. La actriz no estuvo para nada contenta con su trabajo actoral, pero Carpenter tenía la razón, ya que él sí estuvo muy conforme con ella.  También está la presencia de Charles Cyphers, que hace su primera contribución con el director, haciendo un buen papel, instigando a “Napoleón”, aunque su personaje muere pronto dentro del argumento.
La fotografía es fenomenal, cada plano está acorde y en armonía con la importancia del filme y el trabajo visual de ese modo, resulta ser sobresaliente. Se destaca el desenvolvimiento de Carpenter y el director de fotografía Douglas Knapp, mostrando la ciudad al inicio de la película, ya que en compañía de una edición excelente, logran mostrar las tres situaciones que suceden al tiempo sin perder el ritmo y sin que la atención decaiga en ningún momento. Claro está, la escena en que asesinan a la niña, llama mucho la atención y sobresale porque es de hecho, una de las pocas películas en el mundo que muestra directamente y sin censura, la muerte en pantalla de un niño. Cada una de las escenas dentro de la comisaria cuando empieza el enfrentamiento y la resistencia, son brillantes. Por ejemplo también, la escena del final, cuando los personajes se defienden con una tabla, para cubrirse de los ataques de la pandilla, en medio de un pasillo en el que la tabla ajusta casi perfectamente y sirve como escudo. 



 
Es emocionante y es de hecho las imágenes que erizan la piel, cuando se empieza  a ver la película y se escucha esa melodía, esa canción que  impacta y se queda en la mente del espectador para siempre. Claro está, la música es muy importante en el filme y logra trascender para ser una de las mejores compuestas por Carpenter y una de las que mejor acompaña las imágenes de una película suya. Es así que las canciones parecen otro personaje más, que está presente durante todo el metraje y que ayuda a que la película alcance un alto nivel.

Asalto a la Comisaria 13 es una excelente película, que vale la pena ver múltiples veces sin que llegue a cansar, ya que se trata de una obra brillante, que aún hoy no ha perdido su importancia y que sin duda, sigue impresionando a las personas que la ven. Esta es otra más de las películas clásicas y míticas del director, que cuenta con uno de los mejores argumentos del cine, siendo una de las mejores películas de los setenta y del cine en general.
 
Tráiler
 
 
- No Creo en las propinas... pero sí en el cine - Ash
"Harán tumbas sus catedrales y
cementerios sus ciudades"
 


jueves, 13 de junio de 2013

17. Dog Soldiers




Ficha Técnica

Título: Dog Soldiers

Director: Neil Marshall

Guion: Neil Marshall

Producción: David E. Allen, Christopher Figg y Tom Reeve

Actores: Sean Pertwee, Kevin Mckidd, Lian Cunningham

Dirección de Fotografía: Sam McCurdy

Edición: Neil Marshall

Año: 2002

País: Inglaterra, Luxemburgo, Estados Unidos

 

 

 

Imdb: http://www.imdb.com/title/tt0280609/reference

 

 

 

 

 

 Seis hombres. Luna Llena. Ninguna


  Posibilidad.


 
 
 


 
 

Megan: “hasta hoy creías que había una línea entre el mito y la realidad. Puede que fuera una línea delgada algunas veces, pero al menos había una línea. ¡Esas cosas afuera son reales! Si ellos son reales, ¿qué más es real? Ahora sabes qué es lo que vive en las sombras. Nunca tendrás una noche de sueño mientras sigas vivo” 

 

 
 
 

En el cine de terror actual no hay una buena cantidad de películas que sobresalgan de manera significativa, ya que en su mayoría, utilizan los mismos recursos de siempre o simplemente resultan ser obras menores. Pero hay algunos directores jóvenes que están haciendo un buen trabajo, recordando el tipo de largometrajes de terror que se hacía en épocas anteriores y que reivindican la importancia del género para el cine y para los cinéfilos. Es así que por ejemplo Ti West, James Wan o incluso Darren Lynn Bousman, intentan realizar filmes innovadores, pero que conservan esa magia del pasado,  como en el caso también de Neil Marshall, que con su ópera prima, mostró una gran película y uno de los mejores largometrajes acerca de Hombres Lobo.

La película cuenta el argumento de un grupo de soldados, que son llevados a un bosque lejos de la civilización para un entrenamiento de guerra. Pronto descubren que se trata de algo más, que lo que sucede allí es algo serio y que se deben enfrentar a ello. Un grupo de licántropos perseguirá a los soldados, que son ayudados por una extraña mujer, por lo que se encierran en la única casa que hay alrededor para intentar resistir el ataque de las bestias.

Neil Marshall hace un debut cinematográfico perfecto, con una película que cualquier aspirante a director quisiera haber dirigido y que demuestra toda su capacidad para el cine, ya que además de la dirección, escribe el guion y se encarga de la edición. El realizador británico realiza una película de Hombres Lobo que surge de las muchas que hay, para alcanzar lo más alto, al lado de la mítica An Amercian Werewolf in London (un Hombre Lobo Americano en Londres) de John Landis de 1981 o Silver Bullet (Bala de Plata) de Daniel Attias de 1985. El realizador dirige muy bien a sus actores y lleva a la pantalla de forma acertada el guion, con una puesta en escena brillante, creando una atmósfera perfecta y manejando los ritmos del argumento de forma excelente.

El guion está estructurado de forma sobresaliente, con unos diálogos precisos y correctos, con secuencias únicas y muy bien desarrolladas y con personajes bien construidos y que llevan el peso de la trama de forma adecuada. Las secuencias del inicio de la película, donde se conoce a los personajes y que sirven a su vez como una introducción, están brillantemente utilizadas, ya que predicen de alguna forma lo que está por ocurrir. Primero está la secuencia, donde “Cooper” (Kevin McKidd) está buscando entrar a las Fuerzas Especiales, que dirige el capitán “Ryan” (Lian Cunningham), uno de los tantos antagonistas del filme (junto con los Hombres Lobo y Megan); recibe órdenes de matar a un perro y no lo hace, esto provoca que “Ryan” no lo tenga en cuenta para la selección de su equipo y comience un resentimiento hacía el soldado. Es una secuencia que muestra desde el comienzo el aspecto psicológico de “Cooper” y su forma de ser, así como la de “Ryan”, que es totalmente distinta a la suya, además de que la presencia del perro predice lo que se viene en la trama. Otra secuencia es la de la conversación de los soldados en la fogata, es una importante secuencia porque sus diálogos tienen que ver con sus miedos y con la muerte, algo que sin duda también tiene mucho que ver con lo que sucede después (el baño de sangre que están por sufrir) y que es como una especie de introducción a la siguiente parte de la película. El guion se va estructurando de forma ascendente, con el nivel de tensión y un ritmo dramático que va in crescendo también, a medida que pasa el metraje. También los personajes resultan ser perfectos para la trama y cada uno tiene su importancia para la misma. El espectador se identifica de inmediato con ellos, incluso con los antagonistas y hasta con los mismos Hombres Lobo. Cada uno tiene su propia personalidad, distinta a su modo y muy particular, algo que los hace diferenciar de inmediato. Además, dentro del guion, hay otro elemento que es muy importante y es que hay pequeños detalles dentro del argumento, que hacen denotar un guion bien escrito (redondo), por ejemplo con el abrecartas que sale en la parte inicial de la película, con la pareja que es asesinada en la tienda de acampar; ya que hacia el final del filme vuelve a salir el objeto (hay simetría con base en él), por lo que además, tiene sentido la escena inicial (no solo sirve como gancho para el espectador, sino que toma mayor relevancia para el argumento). Otro detalle es el del reloj, porque al inicio “Spoon” (Darren Morfitt) se olvida de llevar su reloj al entrenamiento, entonces el Sargento “Wells” (Sean Pertwee) le presta el suyo y de ese modo se reconoce hacia el final de la película que “Spoon” está muerto. Algo que también es muy importante en la película es que los protagonistas tienen muchos obstáculos en su camino, por lo que deben de pasar por múltiples peripecias para conseguir su objetivo, que es sobrevivir. Los obstáculos son los antagonistas, que son varios en el filme y cada uno cumple un papel importante para que no se consiga el objetivo, además del instinto asesino de los Hombres Lobo, de la actitud de “Ryan”, está la forma como “Megan” juga con los soldados, haciendo que se vayan sacrificando y aconsejándolos equivocadamente de forma intencional, hasta que se destapa su verdadera identidad y sus intenciones, con un giro dramático bien utilizado, acabando con la posible historia de amor que el espectador pensaba que se iba a dar. Y claro está, a lo largo del argumento de notan muchos guiños o referencias a elementos que el realizador quiso agregar, como el nombre del sargento (Harry G. Wells) que recibe su nombre gracias al escritor H. G. Wells (uno de los favoritos del director). También está la referencia a Star Trek en la escena del chip en la radio, algunos elementos similares a la película Zulu de Cy Endfield de 1964 y a la película The Evil Dead de Sam Raimi de 1981, ya que uno de los personajes de Dog Soldiers, se llama “Bruce Campbell” (actor protagonista de la cinta de Raimi), se nota de esta forma la influencia de este clásico de terror, además también en la propia trama de la película, que ocurre en una cabaña en el bosque. Otra referencia que se podría notar, tiene que ver también con la trama y es las similitudes con la película Night of The Living Dead (La Noche de los Muertos Vivientes) de George A. Romero de 1968, pero en lugar de Zombies, se pasa a Hombres Lobo. Aun así, con las muchas referencias que tiene, la película resulta ser muy original y es un aporte importante para el cine de terror, el cine de Hombres Lobo y al cine en general.

 

 




 

El trabajo visual y de fotografía es estupendo, ya que se crea una ambiente perfecto para una película de terror, además que se cuenta con locaciones que fueron muy bien escogidas y el director hace unos movimientos de cámara que se desenvuelven muy bien por ellas, utilizando de forma inteligente el espacio que tienen a sus disposición. Hay múltiples escenas que se pueden destacar, por ejemplo muchas de las muertes que suceden, son planeadas y en compañía de unos muy buenos efectos especiales, logran ser unas muertes excelentes y dignas de un filme de terror, con mucho gore. También está la visión o punto de vista de los Hombres Lobo, que a diferencia de muchas películas, es acertada, ya que muchas veces se recurre a mostrar una visión demasiado extraña, por ejemplo con usos de visión térmica o que no deja ver con claridad; pero en este caso se utiliza un blanco y negro que funciona muy bien y que aún si es sencillo, consigue dar una sensación eficaz. También claro está, la escena de las tripas de “Wells”, que son unidas y adheridas con un pegante, elemento que llama mucho la atención, por el que se recordará la película, además resulta muy interesante, debido a que el actor Sean Pertwee, realmente estaba ebrio en dicha escena. Y por supuesto, todo el segmento desde que los soldados entran a la casa, es totalmente brillante, cada escena se puede destacar, cada diálogo y cada situación que se presenta con los personajes.
Siguiendo con los efectos, a pesar de que se contaba con un bajo presupuesto (al ser una película independiente), se logra un resultado excepcional. La sangre y los órganos se ven creíbles y acompañan muy bien las muertes y mutilaciones que se utilizan. Además los Hombres lobo resultan ser de los mejores del cine, Hombres Lobo que caminan en dos patas (como en la seminal  The Wolf Man de George Waggner de 1941) y que tienen un estilo impactante. Sin duda se trata, de unos Hombres Lobo que son dignos rivales de los soldados. Se celebra que se haya recurrido en su mayoría al uso de efectos especiales reales, es decir, maquillaje, Hombres Lobos construidos para la película con vestuario y animatronics para que no se pensara tanto en los efectos digitales.






Algo muy importante, es que al ser un reparto que en su mayoría resulta desconocido para el espectador, se provoca que no hayan predisposiciones frente a sus desempeños y sigue siendo igual de eficaz el resultado. Primero está el actor Kevin Mckidd, que hace un papel excelente (gracias también a lo bien escrito que está su personaje), mostrando con acierto la manera de ser de “Cooper”, su dedicación, su moral intachable y su capacidad de liderazgo. Incluso se muestra su resentimiento hacia las mujeres, confirmándolo cuando ocurre el giro dramático en el argumento y evidenciando parte de su pasado (la historia antes de lo que sucede en pantalla o los antecedentes que son muy importantes en la construcción de personajes). También es algo irónico que el personaje de “Cooper” defienda a los animales, particularmente a los perros y se vea obligado a asesinar Hombres Lobo. Otro actor que hace un magnifico desempeño es Sean Pertwee como el sargento “Wells”, que es una especie de maestro y amigo de “Cooper”, como no lo fue “Ryan” y que es además un buen líder del grupo de soldados. El actor logra imprimir a su personaje seriedad a la vez de un humor elegante y sobre todo, un respeto muy alto, que se supo ganar de sus hombres. Lian Cunningham también se destaca como el antagonista de la película, reflejando de forma eficiente un malestar que siente el espectador por la forma de ser de su personaje. Además el resto del reparto, que es poco, también hacen trabajos formidables, creando una conexión, cada uno a su manera, con el espectador y exhibiendo detalles que construyen de forma acertada las personalidades de sus personajes.
La película tendrá próximamente una secuela en el 2014, aunque se espera con expectativa, es muy difícil que logra tener el mismo nivel de la primera, además porque no la dirige el mismo realizador. Muchos eligen a la segunda película de Neil Marshall (The Descent –El Descenso-de 2005) como su mejor cinta hasta la fecha, aunque realmente es también una excelente película,  Dog Soldiers sobresale de entre toda su filmografía (que es poca) y permanece aún en lo más alto, siendo realmente su mejor largometraje, un filme que resulta ser uno de los mejores de terror de los últimos años y que refleja que se pueden realizar películas de género de calidad.
 
Tráiler
 
 
 
 
 
 
- No Creo en las propinas... pero sí en el cine- Ash
"Vas a ladrar todo el día perrito, o vas a morder?"