Ficha Técnica
Dirección: Michel Gondry
Guion: Michel Gondry
Producción: George Bermann
Dirección de Fotografía: Jean-Louis Bompoint
Actores: Gael García Bernal, Charlotte Gainsbourg
País: Francia - Italia
Año: 2006
Género: Drama, Comedia
Imdb: http://www.imdb.com/title/tt0354899/reference
Cierra los ojos. Abre el corazón
Stéphane:
“En los sueños las emociones son
abrumadoras”.
El
director francés Michel Gondry vuelve a adentrarse en la mente humana para uno
de sus argumentos cinematográficos, pero en lugar de tratar el tema de los
recuerdos (“Eternal Sunshine Of The
Spotless Mind”), se involucra esta vez con los sueños. Un tema que sirve a
la perfección para que el realizador deje volar su imaginación y experimente
con sus trucos visuales, las animaciones y demás elementos estéticos y narrativos
por los que se destaca y es reconocido. También toca de nuevo el tema de las
relaciones de pareja, solo que en este caso en particular, es de una pareja que
apenas se conoce y ni siquiera llegan a tener una relación afectiva establecida.
El
argumento se centra en “Stéphane” (Gael García Bernal), el cual viaja a Francia
a vivir con su madre, luego de la muerte de su padre en México. En el
apartamento de su madre, la casera del lugar, conoce por accidente (literal) a
“Stéphanie” (Charlotte Gainsbourg), con la que no siente atracción al
principio, pero a medida que la conoce se va enamorando de ella y viceversa.
Pero, “Stéphane” sufre de una condición que le dificulta saber qué es realidad
y qué es un sueño, por lo que vive en su mente constantemente, en el mundo de
los sueños. Esto impedirá que se pueda relacionar con “Stéphanie” y termine
mezclando los dos mundos, el de su mente y el real.
El
director realiza un trabajo prolijo, su toque personal se nota en cada detalle
de la película y además el trabajo con los actores es efectivo, debido a que
logra compenetrarlos y hace que se adapten al mundo que creó. Su creatividad
está por doquier, aportándole al mismo personaje principal un poco de si, para
generar su personalidad. Gondry en cada trabajo deja su marca, no solo
creativa, sino personal, ya que en muchas de sus obras, basa sus personajes y
las situaciones que le suceden en su experiencia personal, sirviendo como en el
caso de Woody Allen, para rencontrarse con los traumas y experiencias pasadas,
que lo marcaron y que están constantemente presentes en su mente. Es así, como
por ejemplo, utiliza algo de su infancia, que lo marcó y que recuerda con
claridad. Una noche cuando era niño, permanentemente soñaba con que sus manos
eran enormes, por lo que se despertaba exaltado, siendo algo que lo atormentaba
al mismo tiempo (una escena de la película, muestra a “Stéphane” soñando con
sus manos grandes, luego se muestra una especie de recuerdo en la que es niño y
se despierta asustado con las manos de gran tamaño). Desde pequeño, el
realizador tuvo una personalidad tímida, experimentando situaciones que
influyeron en su forma de ser, por lo que para locación del filme se utilizó la casa donde el propio director
vivió en su juventud. Entonces, Gondry utiliza elementos de su imaginación y de
su vida para crear el mundo que se ve en pantalla, donde lo visual toma vital
importancia para la narración y todo resulta ser una especie de terapia para
él, ya que revive sus experiencias y reconstruye sus recuerdos, solo que
siempre, en función del argumento.
También
el realizador toma de sus trabajos en el formato del video musical algunos
aspectos, como del video de Foo Fighters “Everlong”,
donde aparece la rememoración de las manos gigantes; o como el video de Lucas, “Lucas with The Lid Off“, donde aparece
el cantante subiendo un piano por unas escaleras (en la película esto aparece
cuando “Stéphane” conoce a “Stephanie”, cuando el piano de ella que estaban
subiendo por unas escalas, cae y él sale lastimado). Y por supuesto, además de volver a tratar la
mente humana, de su anterior película, toma algo prestado también, el hecho de
que “Stéphane” hable con el recuerdo o la imagen que tiene de “Stephanie” en su
mente (que no es la real) y ella intente persuadirlo de cómo debe hablarle en
la vida real, es algo similar a cuando “Clementine” dialogaba con “Joel” en su
mente, siendo solo un recuerdo de ella.
El
guion resulta ser bastante interesante, contando una historia original y que
engancha al espectador de inmediato. Los personajes están bien estructurados,
manteniendo múltiples detalles de sus personalidades y mostrando sus formas de
ser de manera verosímil y acertada. La idea del argumento le llegó a Gondry
cuando Sam Mounier, cuando tenía diez años, le narró un cuento para dormir una
noche, desde ahí comenzó a escribir el guion de inmediato. Cada personaje tiene
una forma de ser particular, elementos que los definen y que los diferencian al
mismo tiempo de los otros, por ejemplo con el personaje de “Guy”, el cual
resulta molesto a la vista, debido a su forma de ser alocada, irritante y
extrovertida. Esta es una película en las que el final queda abierto y cada
quien saca sus interpretaciones, algo más en común con su anterior
largometraje. En un momento del filme, el personaje central habla sobre el
“azar paralelo sincronizado”, lo cual explica como un evento trascendental en
la vida de una persona, puede ocurrir en cualquier instante, cuando alguien
menos se lo espera y en una situación que puede aparentemente ser rutinaria o
común. Ese azar hace parte también de la forma en que se configuran los sueños,
por lo que son una mezcla de elementos complejos que se experimentaron en el
día. De este modo el guion resulta ser complejo en su configuración, tratando
de una manera eficiente el aspecto psicológico de “Stéphane”, pero mostrando de
forma creativa sus problemas y su relación con las demás personas, así como su
incapacidad de establecer una relación con una mujer (algo que puede resultar
muy autobiográfico por parte del director, ya que por ejemplo utiliza el mismo
nombre para su personaje en la película y para el niño de su cortometraje “La Lettre”, la cual se basa
en la infancia socialmente tormentosa de Gondry).
“Stéphane”
deja ver en sus sueños sus deseos y pasiones, lo que quiere conseguir (por
ejemplo que acepten su calendario, “la desastrología” o poderle decir a “Stéphanie“
lo que siente). Solo que cuando soñaba, si lo hace consiguiendo que aceptaran su
calendario, pero con ella no fue posible, ya que en sus sueños, la relación
entre los dos tampoco se mostró de forma clara, solo hacia el final cuando
cabalgan juntos. Él es un personaje que no es capaz de decirle lo que siente a
ella, muestra una inseguridad tremenda y por eso, ella no muestra un interés
evidente en frente de él, sino que espera que simplemente puedan hablar sobre
ello. La mezcla entre sus pensamientos, su subconsciente y la realidad, no
permiten que “Stéphane” pueda actuar como quiere hacerlo, por ese motivo su
relación con “Stephanie” no logra compenetrarse. La idea de mostrar la mente
consciente de “Stéphane”, como una especie de previo a los sueños, es muy bien
utilizada por el director, ya que sirve para reflejar lo que está viviendo el
personaje y lo que piensa cuando está con los demás. Así mismo, la recursividad
para mostrar lo que sucede en la mente, es muy imaginativa (los ojos son las
ventanas o en una pantalla azul donde se utiliza un chroma, se representa los sueños de él). En ese preconsciente, el
espacio “televisivo” donde “Stéphane” dice lo que piensa realmente, hay un
momento donde se explica cómo se generan los sueños, algo que el director ya
había explicado en su documental “I’ve Been
Twelve Forever” y es que una persona toma múltiples elementos de los que
vivió en el día, los mezcla con los deseos más intensos que tiene en ese
momento y con los objetos o personas que vio ese mismo día, por lo que el
recurso de adentrarse en lo que sueña cada vez el personaje, para expresar lo
que vive y sufre es muy original.
El
final muestra a un “Stéphane” que habla sin desparpajo con “Stephanie”,
haciéndola sentir mal y comportándose frente a ella como no lo había hecho
antes. Algo que se cuenta esta vez, sin mostrar la mente del personaje, por lo que
cabe la duda de si él siempre se comportó así o es debido a la alteración que
está sufriendo, porque anteriormente todo se contaba desde su perspectiva y en
ese momento el espectador lo observa junto con ella, por lo que cuando la
historia termina es más fácil pensar que una relación entre los dos está más
lejos de darse que al revés.
La
parte estética y visual del filme es inmejorable, la forma en que Gondry
utiliza las animaciones (especialmente el Stop Motion) para poder mostrar lo
que sueña el personaje, hace posible que sea verosímil y que pueda ser creíble
el mundo que se forma cuando se sueña. Los mismos personajes muestran ese amor
de Gondry por la recursividad y la expresión de la creatividad, ya que “Stéphane”
dibuja y también expresa que quiere ser inventor (como en el caso de propio
director cuando era joven) o “Stephanie” que realiza múltiples manualidades y
entre los dos intentan crear un Stop Motion. La maquina del tiempo que solo
viaja un segundo al pasado o al futuro, las gafas para ver 3D en la vida real o
la idea de un bosque en un bote, hacen parte del mundo creado por el director,
haciendo que sea un mundo llamativo y que atrapa de inmediato al espectador.
Las actuaciones van de la
mano con lo sobresaliente de la historia y la dirección. Gael García hace un
muy buen papel, mostrando lo que sufre su personaje, esa esquizofrenia o
alteración que vive en su mente y que se mezcla con la realidad. El actor deja
notar esa impotencia que vive “Stéphane” y se mete en el rol de lleno, por lo
que sus expresiones exageradas en los sueños, resultan efectivas, y la
personalidad que muestra en sociedad, cuando está con otra persona (una
personalidad tímida) logra ser creíble. Además el actor entra en la producción,
luego de que Rhys Ifans (el cual ya había trabajado con el director en “Human
Nature”) no pudiera estar en ella, sin embargo hay un agradecimiento en los
créditos, ya que Rhys aportó ideas en el guion y de hecho fue el que le dio el
nombre a la película. Charlotte Gainsbourg también hace un muy buen desempeño,
su interpretación muestra de forma adecuada la frustración que experimenta su
personaje por saber si realmente él siente algo por ella. Alain Chabat “Guy”,
transmite de forma eficaz al espectador su forma de ser, lo cual incide de
inmediato en que sea un personaje que cae mal, pero que es claro en lo que
piensa y en su personalidad.
“La Ciencia de los
Sueños” está dentro
de las mejores películas de Michel Gondry (a pesar de que tiene pocas), por lo
que resulta un filme atrapante, original, y que deja múltiples interpretaciones
de lo que pudo haber sucedido cuando termina, con un final abierto y que deja
al espectador reflexionando. Sin duda es una de las mejores películas
independientes, junto con su antecesora, de los últimos años.
Trailer
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"Si algo es demasiado bueno
para ser cierto, no lo es"
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