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domingo, 8 de julio de 2012

13. A Bittersweet Life




Ficha Técnica

Dirección: Kim Jee-Woon
Guión:Kim Jee-Woon
País: Corea del Sur
Actores:Jeong-min Hwang, Byung-hun Lee, Ku Jin
Año: 2005


IMDB: http://www.imdb.com/title/tt0456912/







Cuando hacer las cosas bien, sale muy mal


Sun-Woo: Una noche de otoño el discípulo se despertó llorando. Así que el maestro le preguntó al discípulo: “¿tuviste una pesadilla?” “No” “¿Tuviste un sueño triste?” “No”, dijo el discípulo. “Tuve un sueño dulce”. “¿Entonces por qué estás llorando tristemente?”. El discípulo limpio sus lágrimas y respondió calmadamente, “Porque el sueño que tuve no se puede hacer realidad


El cine asiático, un cine abierto, delirante, exagerado, explicito e innovador; ha demostrado ser una fuente de obras cinematográficas de alta calidad (contenido-forma), además de ser una cultura generadora de realizadores con gran talento en los últimos años. Es así, como en el panorama cinematográfico han surgido nombres como Park Chan-Wook, Bong Joon-Ho, Nah-jo Jim, Won Kar Wai; o algunos que llevan una trayectoria mayor como Takeshi Kitano, Zhang Yimou, Johnnie To o Takashi Miike. En este caso, un director con una capacidad impresionante para el cine, Kim Jee-Woon, ha demostrado desde su primera película la destreza para crear narrativas únicas con momentos y escenas brillantes, la habilidad de crear atmósferas cargadas al mismo tiempo de belleza y tensión, atrapando al espectador desde el comienzo con guiones casi perfectos en su estructura y práctica. Desde su ópera prima “The Quiet Family” de 1998, Woon dejó ver su genialidad y ahora con cada película que realiza no estaría mal en ser catalogadas como obras maestras. Aunque afirmar esto,  puede parecer prematuro, ya que su filmografía se sustenta sólo en seis largometrajes y además es un director joven. Sin embargo, los filmes de Jee-Woon van mostrando un nivel cada vez mayor, notándose una evolución y una madurez reflejada en sus productos audiovisuales con unos resultados impresionantes.
Kim Jee Woon posee un estilo, un poco parecido al de Quentin Tarantino, debido a que se nota en sus películas la influencia de otros filmes y otros directores y en especial por la presencia de la violencia gráfica y el uso de la música en su narrativa visual. Pero el estilo de Woon, deja ver también un aire nuevo, con una clase de películas que refrescan el cine de acción y el thriller.
“A Bittersweet Life” es un nombre particular, ya que de hecho, el título original “Dalkomhan insaeng no traduce “Una Vida Amarga” sino lo contrario, “Una Vida Dulce” (haciendo referencia al filme de Federico Fellini, “La Dolce Vitta”, una referencia que se nota también en el nombre del bar que sale en la película). El filme, cuenta una historia de venganza, como ya lo hiciera Park Chan Wook con su trilogía de la venganza, desde la perspectiva de un hombre callado, organizado y que hace muy bien su trabajo (servir a un mafioso), el cual al hacer lo que cree correcto, resulta involucrándose con su jefe en un problema por desobedecerlo. Es así, como  “Sun-Woo” decide vengarse por algo que para él no tiene sentido, pero que merece que se haga justicia.



El guión posee una estructura definida y bien construida, con un desarrollo de personajes claro y unos diálogos excepcionales. Llegando a tener a lo largo de la película escenas memorables, en una mezcla perfecta de música, planos muy bien escogidos, buenas actuaciones y una puesta en escena brillante. El argumento trata sobre la venganza, algo muy trabajado a lo largo de los años en el cine y que desde la perspectiva de Jee-Woon, resulta algo intenso, violento y a la vez poético. Así, la tensión va creciendo a medida que transcurre el metraje a un nivel estrepitoso, generando que el final sea más violento y climático. Es un guión profundo, bien escrito y que funciona a la perfección.
La narrativa utilizada, además de las imágenes violentas, se basa también en los planos fijos y muy limpios. Cada plano está muy bien pensado y se procura que la edición misma vaya de acuerdo con la armonía de la composición y la multiplicidad de planos que se manejan. Es una narrativa visual que cuida en extremo la belleza de lo que se ve, lo que lleva a crear una atmosfera casi lírica. El tratamiento de la película y la dirección de fotografía están sumamente cuidados, donde prima la presencia poética de la imagen mezclado con la crudeza de las situaciones que se desarrollan. Los diálogos ayudan a profundizar ese tratamiento filosófico que se ve en las imágenes, con el apoyo de unos personajes que tienen unos objetivos claros y sus personalidades están más que definidas.
La película posee muchas escenas significativas y que son de gran importancia para la historia. Una de esas secuencias memorables es en la que el protagonista se escapa de los hombres que se disponen a matarlo. Es una secuencia cargada de acción, tensión y planos cuidadosos, llevados a cabo de forma correcta. En especial por la Pole Cam* que hace parte de uno de los planos de la secuencia. Otro momento único del filme es la escena cuando “Sun-Woo” se baja de su carro, camino a la casa de “Min-Gi”. En el instante en que se baja, un extraño viento pasa por su cuerpo, como si se tratase de una premonición de que algo malo está por venir, un viento que simboliza que está por llegar una tormenta y que “Sun-Woo” no puede hacer nada para evitarlo.
Los buenos resultados se producen también, debido a las excelentes actuaciones, las cuales no son las comúnmente exageradas y un poco caricaturizadas del cine asiático, sino que por el contrario, son unas interpretaciones serias y muy bien ejecutadas. En especial por el actor principal, con el que trabajaría de nuevo Jee-Woon en la impresionante “I Saw The Devil” del 2010 y en otros trabajos suyos, convirtiéndolo en su actor fetiche. Byung-hun Lee interpreta a un hombre serio, excesivamente ordenado y que guarda una calma y una tranquilidad enorme, sin importar que tenga que recurrir a la violencia, como consecuencia de su trabajo. “Sun-Woo” sigue las normas y mantiene todo bajo control, siendo el empleado con mayor proyección y futuro del negocio en el que está. Sin embargo, por hacer lo que él cree correcto, es decir, perdonarle la vida a la novia de su jefe (la cual engañaba a éste), se ve afectado por la decisión de su jefe de castigarlo por no haberlo obedecido. Así mismo, su jefe “Baek”, tiene que enfrentar las consecuencias de su decisión, una decisión un poco absurda y que desencadenará la ira de “Sun-Woo”. Jeong-min Hwang, el cual interpreta al jefe, hace también un buen papel, el de un personaje tosco que está influenciado por el poder que tiene y el cual no perdona cualquier tipo de falta, por insignificante que sea.

La decisión de  “Sun-woo”, de no matar a la novia de su jefe, es causada porque se acercó demasiado a ella, él vio una posible realidad diferente a lo que había  vivido siempre y por un momento llegó a pensar que las cosas podrían ser distintas. Surgió su lado más humano y se dio cuenta que no sólo era un tipo cuadriculado y una maquina de matar. Sin embargo como lo predecía el viento, nada podría salir bien al desobedecerle a “Baek”. Es entonces cuando la película se introduce en dos realidades, una llena de ira, muertes y venganza por parte de “Sun-woo” y la otra una realidad que pudo ser, desde el momento en que se enamora de “Min-Gi” (la novia de “Baek”), una realidad con la que “Sun-woo” sueña y que se da cuenta que no puede ser verdadera porque está involucrado en un mundo que no perdona y que no otorga segundas oportunidades. Como lo expresa el personaje  hacia el final de la película, con la metáfora del maestro y el aprendiz, se dio cuenta que era un sueño que no se podía hacer realidad.
Sin duda alguna, “A Bittersweet Life” es una película imperdible para cualquier cinéfilo, es una cinta llena de emociones, que impacta narrativa y visualmente, con un argumento original y con el que el espectador siente una empatía inmediata y la cual posee una carga poética muy profunda, donde se reflexiona sobre la vida y las contradicciones de ésta. Es una gran película que te llega de forma directa, manteniéndote atento a lo que ves y lo más importante de todo, reflexionando sobre lo ocurrido.

Nota
* Pole Cam: Plano en el que la cámara está pegada al actor, ya sea de frente o desde atrás, y mientras el personaje camina y se mueve, el movimiento de la cámara parece moverse igual.



- No Creo en las propinas... pero sí en el cine- Ash
"La muerte nos sonríe a todos, devolvámosle la sonrisa"